Cómo usar el lenguaje corporal para hablar en público

lenguaje corporal en discursos

¿Alguna vez has sentido que tus palabras no son suficientes para convencer o conectar con tu audiencia?

No estás solo. Gran parte del impacto que generamos cuando hablamos en público no tiene que ver solo con lo que decimos… sino con cómo lo decimos. Y aquí entra en juego algo que a menudo olvidamos: el lenguaje corporal.

Hoy te voy a contar cómo usar la comunicación no verbal para transmitir confianza, credibilidad y cercanía. Vamos a trabajar juntos posturas, gestos, expresiones, contacto visual y desplazamientos en escena. Pero no te preocupes, no hace falta ser actor para dominarlo, solo ser consciente y practicar con intención.


¿Por qué importa tanto el lenguaje corporal en los discursos?

Cuando hablas en público, tu audiencia no solo escucha tus palabras… te observa. Estudia tus gestos, tus movimientos, tu postura, tu expresión facial, incluso tu respiración.

Un estudio de la Universidad de California demostró que más del 65% del impacto de un mensaje proviene de la comunicación no verbal.

📌 Algunos datos relevantes:

  • 55% del impacto de tu mensaje se transmite a través del lenguaje corporal.
  • 38% proviene del tono de voz.
  • Solo 7% corresponde a las palabras que utilizas.

Eso significa que puedes decir algo maravilloso, pero si lo haces con los brazos cruzados, sin mirar a nadie y con un tono apagado… nadie recordará lo que dijiste.


El poder de una postura abierta y segura

El primer elemento que debes trabajar es tu postura corporal.

✔️ ¿Cómo se ve una postura segura?

  • Espalda recta, sin rigidez.
  • Hombros abiertos y relajados.
  • Barbilla ligeramente alzada, no agachada ni exageradamente elevada.
  • Pies firmes al suelo, separados al ancho de los hombros.
  • Brazos sueltos y disponibles, no escondidos en los bolsillos.

Esta postura transmite seguridad y autoridad, sin parecer agresiva. Te da presencia escénica, permite una mejor respiración y te conecta con tu audiencia.

❌ Lo que debes evitar:

  • Encorvarte (proyecta inseguridad o timidez).
  • Cruzar los brazos (transmite rechazo o bloqueo).
  • Pies juntos o cruzados (inestabilidad).
  • Balancearte o moverte en círculos sin propósito.

💡 Consejo: Antes de comenzar tu presentación, respira profundamente, planta bien tus pies y adopta una postura neutra pero firme. Esa será tu “posición base” para comenzar con confianza.


Gestos que acompañan y refuerzan tus palabras

Los gestos son como “subrayados visuales” que hacen que tu mensaje se entienda y se recuerde mejor.

✋ ¿Cómo utilizar los gestos correctamente?

  • Usa tus manos para resaltar conceptos clave: contar pasos, mostrar dimensiones (“grande”, “pequeño”), o indicar direcciones (“esto va aquí”, “esto allá”).
  • Acompaña tus emociones: si estás contando algo emocionante, deja que tus manos lo expresen.
  • Mantén los gestos naturales y congruentes con tu personalidad.

Por ejemplo, si dices: “Esto es muy importante”, y además cierras ligeramente el puño mientras haces énfasis, tu gesto reforzará el mensaje verbal.

🚫 Evita estos errores comunes:

  • Movimientos repetitivos que distraen (jugar con anillos, tocarte el pelo).
  • Gestos excesivos o exagerados que roben protagonismo al mensaje.
  • “Manos invisibles”: esconderlas detrás de la espalda o dentro de los bolsillos.

💡 Consejo práctico: ensaya con un vídeo corto. Observa cómo usas las manos y pregúntate: “¿Refuerzan mi discurso o lo debilitan?”


Expresión facial: tu mejor aliada para conectar

Tu rostro tiene el poder de transmitir emociones, y eso es clave si quieres que tu audiencia conecte contigo. Cuando tu expresión es congruente con lo que estás diciendo, generas empatía, atención y confianza.

😃 Cómo usar la expresión facial de forma efectiva:

  • Sonríe de forma auténtica: No necesitas estar sonriendo todo el tiempo, pero una sonrisa al comienzo genera cercanía inmediata.
  • Muestra emoción con los ojos: Cuando hables de algo que te emociona, deja que tus ojos lo transmitan. Se nota.
  • Evita el rostro neutro constante: Esto genera desconexión. Si todo tu discurso tiene la misma expresión facial, parecerás robótico.

💡 Consejo: Practica frente al espejo distintas emociones relacionadas con tu discurso: entusiasmo, sorpresa, duda, convicción. Así aprendes a gestionarlas sin sobreactuar.


Contacto visual: la herramienta más poderosa para generar confianza

Una mirada bien dirigida puede ser el puente más efectivo entre tú y tu audiencia. Mantener contacto visual no solo indica seguridad, también muestra que te importa quien te escucha.

👁️ ¿Cómo gestionar el contacto visual?

  • En audiencias pequeñas: Mírales a los ojos de forma directa, cambiando de persona cada pocos segundos.
  • En audiencias medianas o grandes: Elige secciones del público y dirige tu mirada por bloques, como si fueras “barriendo” la sala con los ojos.

🔁 Técnica del triángulo:

  1. Mira al centro.
  2. Mira a la izquierda.
  3. Mira a la derecha.
  4. Vuelve al centro.

Esto te ayuda a distribuir la atención visual sin quedarte mirando a una sola persona (lo cual puede incomodar) ni dispersarte.

❌ Evita:

  • Mirar al techo o al suelo.
  • Leer constantemente sin levantar la vista.
  • Evitar la mirada por nervios o inseguridad.

💡 Consejo: Antes de comenzar, elige tres puntos de la sala donde haya personas y míralos con intención durante la introducción. Te anclas emocionalmente y reduces el miedo escénico.


Movimiento escénico: desplázate con intención

Moverte en el escenario puede ser una gran ventaja… siempre que tenga un propósito. El movimiento ayuda a mantener la atención y a dar vida a tu discurso. Pero cuidado, porque mal usado, puede distraer o incluso generar nerviosismo.

✅ Cómo desplazarte correctamente:

  • Cambia de posición para marcar transiciones: Por ejemplo, “Ahora vamos a hablar del segundo punto” y te mueves ligeramente a la derecha.
  • Acércate al público cuando quieras generar conexión o hacer preguntas.
  • Aléjate brevemente cuando hagas una pausa reflexiva o quieras marcar una separación de ideas.

🚫 Errores comunes:

  • Caminar en círculos sin parar.
  • Balancearte de un lado a otro.
  • Hacer movimientos nerviosos sin sentido.

💡 Consejo: Visualiza el escenario como si fuera una “zona de juego” dividida en tres partes: izquierda, centro y derecha. Planea cuándo vas a utilizar cada una.


👉 Si ya has comenzado a trabajar tu voz, seguro te interesa profundizar también en [Cómo modular la voz y el lenguaje corporal para hablar con seguridad]. Ese artículo te ayudará a combinar ambas herramientas de forma más potente.


Cierre: tu lenguaje corporal dice más de lo que imaginas

Si hay algo que quiero que te lleves de este artículo, es que tu cuerpo habla incluso cuando tú no lo haces. Aprender a usar conscientemente tu postura, tus gestos, tus expresiones y tu mirada puede marcar la diferencia entre un discurso olvidable y uno que inspire, conecte y convenza.

No se trata de sobreactuar ni de convertirte en actor. Se trata de alinear lo que dices con lo que expresas físicamente, para proyectar autenticidad y seguridad.

La próxima vez que te prepares para hablar en público, no pienses solo en las palabras que vas a decir. Pregúntate: ¿Cómo lo voy a decir con mi cuerpo?


✅ Si quieres aprender a comunicarte con seguridad, usando tanto tu lenguaje corporal como tu voz, el curso “Las Bases de Hablar en Público” de Fernando Miralles te enseñará paso a paso a hacerlo. Es 100% online, práctico, y diseñado para ayudarte a destacar en cualquier escenario.

👉 [Haz clic aquí y descubre por qué tantas personas ya han transformado su forma de hablar en público con este curso]